El Parque Natural de los Valles Occidentales se encuentra en el extremo occidental del Pirineo aragonés, dentro de la provincia de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón, España. Limita al norte con Francia, formando parte de la frontera natural que separa ambos países, mientras que al oeste linda con Navarra y al este con el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Este espacio protegido abarca una extensión de aproximadamente 27,073 hectáreas, distribuidas entre los valles de los ríos Veral, Aragón Subordán, Osia, Estarrún y Lubierre, con localidades cercanas como Hecho, Ansó y Aragüés del Puerto, siendo estos pueblos la puerta de entrada natural al parque.
Geográficamente, el parque se sitúa en una región de alta montaña, caracterizada por picos que superan los 2,500 metros de altitud, entre los que destacan el Bisaurín (2,670 m), la cumbre más alta de la zona. El relieve está marcado por profundos valles glaciares, praderas alpinas, densos bosques de hayas, pinos y abetos, y una red de ríos y arroyos que han moldeado el paisaje a lo largo del tiempo. La parte más alta del parque está formada por las grandes cumbres pirenaicas, mientras que a menor altitud se extienden los valles de pastos y bosques, creando un mosaico de ecosistemas muy diverso.
El Parque Natural de los Valles Occidentales ofrece a los visitantes un entorno espectacular, no solo por su riqueza paisajística, sino también por su variada fauna y flora, albergando especies emblemáticas como el quebrantahuesos, el sarrio (rebeco) y el oso pardo, que encuentra aquí uno de sus últimos refugios en los Pirineos.
Su situación estratégica en el Pirineo occidental y la proximidad a la frontera francesa lo convierten en un destino ideal para aquellos que deseen explorar la belleza natural de esta parte de los Pirineos, siendo accesible desde ciudades como Jaca, a unos 30 km, y Pamplona, a 90 km.